sábado, 7 de mayo de 2011

Ha nacido Mar.

Escrito en el 2010.


Hoy estoy de guardia de nuevo y estoy controlando un trabajo de parto de una embarazada con ojos muy brillantes, ella está contenta con la llegada de su niña en el día de hoy, se llama Mar.
Hemos ido cambiado de posiciones durante el trabajo de parto de acostada a de lado o de costado.
Todo va bien, ambas hemos conectado muy bien.
Estamos esperando que inicie la sensación de los pujos para iniciar el parto.
En el momento del parto nos acompañará una compañera de trabajo a la cual estimo y que tiene una estrecha amistad con la embarazada.
Comienzan ya los pujos y la mamá ha decidido quedarse de lado, se siente cómoda en esa posición, mientras yo voy preparando la mesa de partos con el material quirúrgico, Mar inicia su descenso en el canal de parto en cada pujo de su madre, el papá alienta a su pareja.
Estamos a media luz, con música suave, el parto se hará de costado mientras la mamá lo valla prefiriendo así.
Hay una gran alegría en sala de partos, hay momentos de silencio y momentos de risas, aliento a la madre.
Mar ya comienza a coronar el periné y poco a poco, entre la mama y yo vamos a ayudar a Mar a nacer.
Mientras nuestra compañera nos da apoyo, aunque algo sorprendida por la posición del parto, pregunta: “¿estás cómoda así para pujar?”
La mamá responde: “Sí, sí” y sigue con los pujos.
Mar comienza a salir, entonces pido a la mamá que vamos a hacerlo juntas poco a poco, pujando despacito, soplando poco a poco, mientras voy protegiendo periné para que no se desgarré, percibo los flashes de las fotos, todo a sido muy fácil y rápido, Mar ya está en mis manos con llanto enérgico, tiene cabellos oscuros; es el jolgorio de todos, la felicidad de los padres, nuestras enhorabuenas hacia ellos.
Damos vuelta a la mamá, ya le ve la carita de Mar tan bonita, la mamá esta radiante y sus ojos brillan, se emociona el papá y pongo a Mar en contacto piel a piel con su mamá, tapada con una manta calentita.
Después le digo al papá: “bueno ahora hay que cortar el cordón” así es que pinzo el cordón y le entrego la tijera al papá, explicándole donde debe cortar, mientras le digo: “tranquilo, corta aquí”.
Una vez cortado el cordón umbilical nuevamente es momento de risas y alegría en sala de partos, mientras siguen los flashes voy terminando de hacer el alumbramiento y acondicionar a la mamá para que pueda descansar y comience espontáneamente la lactancia materna precoz.
Ha sido uno de los partos realizado en posición diferente de costado o de lado, mi experiencia es que el parto así es fácil para la madre, pero es ella quién decide la posición en el parto, es ella quién percibe su cuerpo, puja a su bebé y hace su parto; yo tan solo espero, aliento, sonrío, toco su mano, la acondiciono, me estremezco y me emociono, explico porque el cambio de posiciones, tan solo aplico lo que sé y me han enseñado en los años 80, después salgo satisfecha de la sala de partos a escribir todo el proceso en la historia clínica.

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